Con la creciente proporción de bicicletas dentro del tráfico de las ciudades, aumenta la necesidad de desarrollar una infraestructura moderna para ellas. Para conseguir el cambio políticamente deseado hacia una movilidad sostenible, es vital ofrecer soluciones seguras y bien pensadas para los ciclistas.
Incluso megaciudades como Londres y París han conseguido resultados impresionantes en poco tiempo: Las nuevas redes de carriles bici del centro de las ciudades reducen el ruido y las emisiones, a la vez que los residentes, trabajadores y visitantes llegan a sus destinos de forma más rápida, saludable y rentable. La calidad de vida aumenta de manera notable para todas las partes.
Sin embargo, si se quiere fomentar el tráfico de bicicletas y bicicletas eléctricas a largo plazo, también se debe tener en cuenta la cuestión del espacio de estacionamiento. Las bicicletas que se estacionan en barandillas y farolas no sólo alteran el paisaje urbano, sino que suponen un riesgo para el tráfico y la seguridad, sobre todo de las propias bicicletas de gran valor, que a menudo valen entre 3000 y 5000 euros cuando son nuevas.
Los clásicos cobertizos para bicicletas desprotegidos ya no cumplen los requisitos de movilidad urbana orientada al futuro. Por ello ya ofrecemos soluciones innovadoras para aparcar bicicletas de forma segura y ahorrando espacio.